El Comercio Justo es un sistema comercial alternativo que se basa en la solidaridad, el diálogo, la transparencia y el respeto, y busca una mayor equidad en el comercio internacional prestando especial atención a criterios sociales y medioambientales.

Además, este tipo de comercio contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores y trabajadores desfavorecidos.

Los principios más importantes del comercio justo son:

1. Más oportunidades para los productores en desventaja económica

Podemos contribuir a reducir la pobreza gracias al comercio justo, ya que mediante este tipo de comercio los pequeños productores pueden ser autosuficientes y desarrollar sus capacidades.

2. Prácticas de comercio justas

Establecer contratos basados en la justicia, donde no exista una relación de superioridad para evitar la competencia desleal y otros comportamientos que no favorecen el crecimiento, y protegiendo la identidad cultural de los productores.

3. Un precio justo

Con el comercio justo los precios se establecen de mutuo acuerdo, lo que significa que la remuneración que reciben los productores es justa según ellos, sin hacer diferencia de género o de cualquier otro tipo.

4. No al trabajo infantil, a la explotación, a la discriminación y la desigualdad de género

Los comercios donde se venden productos de comercio justo aseguran que estamos comprando elementos que no han sido creados con el trabajo forzoso de ningún ser humano y que no hay discriminación por razones de raza, clase social, nacionalidad, religión, discapacidad, orientación sexual o género entre otros.

5. Respeto por el medio ambiente

Las organizaciones de comercio justo se esfuerzan al máximo por usar materias primas sustentables. Las tecnologías de producción buscan reducir el gasto energético y se intenta minimizar la emisión de C02.